Daddy Yankee: frío como la noche en Colombia
por Carlos Passage
Lugar: Pereira, Colombia (Estadio Hernán Ramirez Villegas)
Fecha: 29 de agosto de 2008
Hacer conciertos en escenarios abiertos en Colombia se ha convertido en una verdadera osadía y pesadilla para los empresarios y promotores, debido al crudo invierno que azota a la nación desde hace por los menos dos años.
Los 15.000 espectadores que se acercaron para ver a Daddy Yankee en la ciudad colombiana de Pereira, una urbe moderna del centro-occidente del país con unos 800.000 habitantes, sufrieron las inclemencias del frío terrible el viernes 29 de agosto. Para colmo de males, no vieron al “Jefe” en su mejor momento.
El concierto de Daddy Yankee no fue una experiencia catártica en lo más mínimo, y su frialdad orgánica fue tan solo otro tentáculo que todos soportaron más allá de la media noche, cuando finalmente terminó el show.
Vestido con una chaqueta de tela denim, una gigante joya “bling bling” al mejor estilo “gansta”, y la infaltable gorra y pantalones talla XL, Yankee parecía cansado.
En la tarima acompañado de su segunda voz, que de un lado a otro intento infructuosamente toda la noche de llenar el vacío escénico, "El Jefe” estuvo como clavado en un área de tres metros cuadrados. Estático. Simple. Rígido. De no haber sido por sus bailarines, el espectáculo hubiera sido más deprimente y terriblemente predecible.
Yankee promocionó en las pantallas algunas imágenes de su película “Talento de Barrio” que la gente aplaudió con cariño, y interpretó el material de su álbum “El Cartel III: The Big Boss”, pero definitivamente la gente se gozó más sus clásicos “Lo Que Paso Paso” y “Gasolina”.
Pólvora, explosiones, marchas militares al grito de “Jefe, Jefe, Jefe”, pero el concierto no fue digno de un “Rey”, sino de un súbdito.